Diego Martín Forlán Corazo
06.09.2010 19:11Embajador Uruguayo de UNICEF, donde sin ir más lejos ha tenido el lujo de reemplazar en el cargo al mismísimo Enzo Francescoli. Pero su afinidad con la solidaridad además tiene domicilio en Uruguay, más precisamente en Montevideo, donde junto a su padre, el ex futbolista Pablo Forlán, llevan adelante una escuela de fútbol para niños donde el principal lema es ir “paso a paso”.
Sus primeros intentos fallidos en el tenis fueron su comienzo en el deporte, pero su tradición familiar futbolística por parte de padre y abuelo, ex DT de la selección uruguaya en 1962, lo han llevado a su única pasión.
Un gran mito gira en torno a los orígenes de Forlan dentro del mundo del fútbol. Algunos le adjudican la decisión de entrar en la actividad debido al grave accidente automovilístico que sufrió su hermana Alejandra, y por el cual asumió la responsabilidad de consagrarse como jugador para así poder solventar los gastos que implican el tratamiento a causa de dicha desgracia. Otros simplemente lo relacionan con las convicciones y condiciones que Diego posee.
Forlán, reconocido hincha de Peñarol, es bastante cauto a la hora de definirse a sí mismo, aunque se reconoce amante de las milanesas con puré de su madre y un tanto egoísta. Mientras que sus ex compañeros del Manchester United lo han sabido admirar por su cero atracción a los lujos y bienestares superfluos, en un mundo futbolístico inundado de codicia.
Los delanteros tienen como “humilde” misión hacer goles, consagrarse en lo más alto de la tabla individual entre los máximos artilleros de la liga, ser nada más y nada menos que ejemplo muchas veces para los niños e ídolos para la multitud.
Hoy, a sus 31 años, Diego Martín Forlán Corazo es aclamado como héroe por la afición del Atlético de Madrid y en el pasado Mundial de Sudáfrica 2010 se ha llevado el logro más importante a nivel selecciones, el tan deseado Balón de oro. Solo resta como condecoración para su brillante carrera un título del mundo con su querida “celeste” pero eso es algo que no dependerá solo de él.
Gabriel Sanguinetti.-
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